Penélope Cruz recibe el Premio Donostia de la mano de Bono de U2
Penélope Cruz (Madrid, 1974) ha recibido el tercer Premio Donostia de la 67 edición de manos de Bono, el cantante de U2, en el transcurso de una gala que tuvo carácter de sorpresa tanto para la homenajeada como para el público. El Festival de San Sebastián ha distinguido de este modo a la actriz española de mayor reconocimiento internacional que, además, ha sido la imagen del cartel de la edición.
En las últimas semanas, la organización del Festival ha mantenido en absoluto secreto la identidad de la persona que entregaría el galardón a Penélope Cruz en el Kursaal. El objetivo era que la actriz no supiera que su buen amigo Bono, a quien en 2017 ella concedió el premio Los40 Golden Music Award, estaría en San Sebastián para participar en la gala.
El músico irlandés fue presentado de modo sorpresa por José Luis Rebordinos, director del Festival, y descendió por el patio de butacas hasta llegar al escenario y fundirse en un abrazo con Penélope Cruz. «La vida de Penélope en la pantalla me fascina porque trata del drama de la familia. Los artistas como nosotros, como yo, nos perdemos en nosotros mismos. Penélope se pierde en los demás. Por eso nos perdemos en ella», ha declarado Bono.
El público ha dedicado a la actriz una cerrada ovación que se prolongó por espacio de varios minutos. Tras reconocer que no se esperaba la sorpresa y declarar su amor a Bono, Cruz confesó que siempre fue «una gran soñadora». «Desde niña tuve conciencia de que soñar despierta era la mejor manera de modelar un futuro posible siempre que la suerte te acompañe en ello», ha afirmado. Sus sueños de infancia eran ser madre y actriz y después de tantos años de trabajo, su amor por la profesión «no hace más que crecer». «Este oficio te regala momentos en los que el alma vuela, necesitas desprenderte de tu ego para comprender todas esas diferentes y fascinantes vidas y entregarles a cada una de ellas toda la dignidad y respeto que merecen», ha señalado.
Además, ha expresado su «agradecimiento infinito» ante un premio que dedicó a sus padres, que siempre le brindaron su apoyo, y a los directores que han confiado en ella, entre los que citó a Pedro Almodóvar, Bigas Luna y Fernando Trueba. También se acordó de profesores como Juan Carlos Corazza o Cristina Rota y de su representante Katrina Bayonas, pero el momento más emotivo fue cuando dedicó el Premio Donostia a sus dos hijos y a su marido Javier Bardem, presente en la sala y que también estaba «incluido» en su sueño.
Antes de finalizar su discurso, ha abogado por «cuidar y proteger este hogar común que es el mundo» para dar a los niños de hoy «razones de sobra para seguir soñando», y también ha expresado su repulsa contra la violencia machista. «En lo que llevamos de año ya son 44 mujeres asesinadas por violencia de género y desde 2003, las víctimas mortales son más de mil sólo en nuestro país. ¿Cuántas serán en el mundo? Cuando una mujer encuentre la fuerza gigantesca que se necesita para contar lo que se vive en una situación así, espero que la escuchen a la primera y no cuando ya sea demasiado tarde», ha finalizado.
Cruz, de 45 años, es la actriz más joven en recibir el Premio Donostia –Ewan McGregor fue el actor que más temprano lo obtuvo a la edad de 41 años-. Ha recibido un Oscar y un Bafta por su papel como mejor actriz de reparto por Vicky Cristina Barcelona (Woody Allen, Zabaltegi-Perlas 2008); tres premios Goya por sus trabajos en La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1998), Volver (Pedro Almodóvar, Gran Premio Fipresci 2005) y Vicky Cristina Barcelona; el premio colectivo a la mejor interpretación femenina en el Festival de Cannes (Volver), el César honorífico y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2018), entre otros muchos galardones.
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